sábado, 9 de abril de 2011

El arte de amar


"¿Es el amor un arte? y en tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo.
¿O es el amor una sensación placentera, cuya experiencia es una
cuestión de azar, algo con lo que uno «tropieza» si tiene suerte? Este
libro se basa en la primera premisa, si bien es indudable que la
mayoría de la gente de hoy cree en la segunda.

No se trata de que la gente piense que el amor carece de
importancia. En realidad, todos están sedientos de amor; ven
innumerables películas basadas en historias de amor felices y
desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan
del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que
aprender acerca del amor.
" Erich Fromm

Erich Fromm y la Escuela de Frankfurt fueron uno de los hallazgos más interesantes de la carrera de filosofía. Por conocerlos, mereció la pena ir a la facultad. "El miedo a la libertad" cambió completamente mi modo de ver la realidad... y "El arte de amar", es una de mis biblias personales. De hecho el tema del "amor", pese a ser uno de los temas claves de la existencia humana, es totalmente infravalorado en los temarios oficiales tanto en la universidad como fuera.

¿Por qué damos por sentado el amor?, ¿por qué todo el mundo se aventura a relacionarse, pero muy pocos intentan comprender el mecanismo del amor?.

Supongo que lo heredamos de nuestra cultura. Esa imagen del amor como un niño con alas, ciego y caprichoso cuyas flechas son la causa de los corazones heridos nos hace desentendernos de nuestra responsabilidad en el acto de amar. Parece como si fuese cuestión de azar, algo que no exige esfuerzo, ni aprendizaje, que debe darse solo... y que casi depende más de que encuentre un objeto apropiado que de desarrollar mi propia capacidad de amar.

Y creo que ése es el primer error. La primera causa de fracaso. Pensar que la culpa está en el objeto, en el "otro". Que la otra persona no es lo bastante "bla, bla, bla"... o es demasiado "bla, bla, bla"... o "no era la persona adecuada"...

De forma que si las cosas no van bien, la solución es buscar un nuevo objeto que sea más "bla,bla,bla" o menos "bla,bla,bla"... pero ¿alguna vez nos preguntamos si podemos amar?, ¿si estamos preparados?,¿si somos capaces de gestionar nuestras propias emociones para poder interaccionar con las de los demás?, ¿si hemos trabajado nuestros miedos, nuestras fantasías infantiles, nuestros apegos?, ¿si conocemos nuestras verdaderas necesidades?...

Por eso para la mayor parte de la gente el problema fundamental es "ser amado" y no "amar". Así nos pasamos la vida desarrollando cualidades para despertar el amor en los demás: aparentar ser atractivos en el aspecto físico, convertirnos en personas interesantes, cultas, valoradas socialmente, con éxito, con buena economía... algo así como llegar a ser un buen objeto de mercado, ser un buen valor de cambio que nos permita encontrar a otra persona a nuestro "nivel". Y sólo estaremos dispuestos a establecer relaciones con otros en función de nuestro propio valor de mercado. Sin embargo, no empleamos un sólo segundo en desarrollar nuestra capacidad de amar.

Otra cuestión importante es confundir el enamoramiento hormonal con el amor. El chute de hormonas diseñado por la evolución con el mero fin reproductivo es lo que a través de la literatura y el cine entendemos como amor. Un chute cuyo objetivo es cegarte para que no veas a la persona de verdad y tengas un hijo... por eso, cuando se pasa el subidón, puedes darte cuenta de que no compartes nada con esa persona. Y es ahí cuando uno elige ir detrás de un nuevo enamoramiento o tratar de conocer a esa persona y establecer una relación que no esté basada en las hormonas.

Creo que es la ignorancia sobre la naturaleza del amor la que nos lleva al fracaso una y otra vez. No sabemos amar. Y lo peor de todo, creemos que no tenemos nada que aprender.

"La actitud de que no hay nada más fácil que amar sigue siendo la idea prevaleciente sobre el amor, a pesar de las abrumadoras pruebas de lo contrario. Prácticamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y
expectaciones, y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor. Si ello ocurriera con cualquier otra actividad, la gente estaría ansiosa por conocer los motivos del fracaso y por corregir sus errores -o renunciaría a la actividad-.

Puesto que lo último es imposible en el caso del amor, sólo parece haber una forma adecuada de superar el fracaso, y es examinar sus causas y estudiar el significado del amor.

El primer paso a dar es tomar conciencia de que el amor es un arte,tal como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingeniería.
"