domingo, 27 de octubre de 2013

¿Puedes amar?


















Si hay una preocupación en torno al amor, suele ser la de encontrar a alguien que nos ame...

Buscamos por todas partes: en bares, redes sociales, por la calle, en el trabajo, incluso en los últimos años a través de agencias on line que nos prometen encontrar a la persona perfecta por muy exigentes que seamos...

Damos por sentado que es el otro el que tiene que encajar en nuestra forma de ser y vivir... de que hay alguien ahí fuera que será el complemento ideal.

Incluso si hemos tenido alguna que otra relación con final pintoresco siempre hay alguien que intenta animarnos diciéndonos... "que esa persona no es la nuestra", "que no estaba para tí"....

Y así continuamos creyendo que nuestro corazón es inmenso y que el problema está en los demás...

¿Pero alguna vez nos hemos preguntado si estamos preparados para amar?

Si de verdad hemos trascendido las barreras del egoísmo para poder abrirnos y acoger a otro ser totalmente diferente a nosotros, si conocemos mínimamente cuáles son nuestras necesidades afectivas y podemos comunicarlas directamente, si hemos aprendido a gestionar nuestros impulsos y emociones sin responsabilizar a otros, si sabemos hasta dónde estamos dispuestos a compartir y qué áreas preferimos reservar para nosotros mismos... si te quieres lo suficiente como para respetarte y hacer respetar tus límites... si has encontrado una mínima felicidad interna para no depender de que otros te hagan feliz...

Vivimos en una cultura donde lo raro es mirar para adentro, donde es más fácil desechar las cosas al primer fallo y comprar otras nuevas, antes que tratar de arreglar las que ya tenemos.... y esa actitud se impregna también en las relaciones. Si las cosas no funcionan con una pareja, me busco otra y ya está... como si fuéramos tostadoras o móviles que quedan obsoletos en unos meses...

Hemos montado varias industrias en torno al "ser atractivo" para encontrar la mejor pareja posible: la moda, la cosmética, la cirugía estética, los tratamientos de belleza...  incluso el perseguir el éxito externo: coches, casas, lujos...  sin embargo no hay una sóla escuela donde aprender a amar... son muy pocas las personas que de verdad se trabajan internamente para potenciar esa capacidad y ser capaces de compartir lo mejor de sí mismos...

Así fracasaremos una y otra vez... y todas las industrias.... incluída la del cine, vendrán a consolarnos en nuestro llanto animándonos a seguir buscando ahí fuera... que el amor verdadero ya llegará algún día...