viernes, 6 de diciembre de 2013

No hay fruto hasta que no muere la flor


No hay fruto hasta que no muere la flor. 

Hasta que la ilusión del enamoramiento no desaparece, no es posible el amor...

Sólo cuándo caen los velos de las expectativas y las ideas preconcebidas,
se puede amar con libertad...


Sólo tras abrazar la belleza y la sombras, 
tras vivir en la alegría, el hastío y la enfermedad, 
compartiendo las horas de insomnio y los sueños dulces...
las amenas charlas y las discusiones tensas.

Cuando se han hecho añicos todas las imágenes,
cuando besas al sapo sin desear que cambie, 
cuando prefieres un menú donde no haya sólo perdices...
cuando aceptas la realidad...

Hasta que no hayas integrado el último recoveco de tu ser,
hasta que no te entregues sin miedo a la existencia
hasta que no alcances el éxtasis de tu propio néctar, 

no podrás amar...



"Cada flor tiende a ser fruto, 
cada mañana tiende a convertirse en noche, 
nada hay eterno en esta tierra, excepto el cambio o la huida. 

También el verano más hermoso quiere sentir alguna vez el otoño y lo marchito. 
Permanece, hoja, quieta y con paciencia, si intenta el rapto alguna vez el viento. 
Juega tu juego sin nunca defenderte, deja que tranquilamente ocurra, 
y por el viento que te arranca déjate soplar hacia tu casa.
Herman Hesse

lunes, 25 de noviembre de 2013

Ser hombre-mujer o no ser...


He crecido sin sentirme hombre ni mujer...  en serio... no es por hacerme la guay... 

Es verdad que me han tocado unos órganos y unas hormonas en concreto con todo lo biológico que eso implica, con ventajas para algunas cosas y desventajas para otras.... pero siempre lo he considerado una cuestión de azar, igual que me ha tocado tener los ojos marrones o nacer en Andalucía a finales del siglo XX...

Basar mi existencia en la circunstancia de ser mujer habría sido tan estúpido como basarla en ser morena... pues creo que los seres humanos somos mucho más que los accidentes biológicos que nos constituyen... si compartimos el 90% de nuestros genes con una mosca... ¿hay de verdad fundamento para dar tanta importancia a las diferencias?... 

Por ello abomino de cualquier tipo de ideología que fomente una separación entre seres humanos porque siempre que hay separación, hay conflicto... y el conflicto en un gran número de casos, desemboca en violencia...

Uno puedo sentirse separado de los otros por tener unos órganos diferentes, una piel de otro color, por haber nacido en otro lugar, abanderar un trozo de tela o por creer en unos símbolos distintos... Y cuando uno se siente separado del otro es fácil caer en uno de los dos extremos: amenazar o sentirse amenazado...

Creo que el fin de toda violencia  es el fin de las diferencias... y en el caso de la violencia de género, doméstica, machista... (tres términos a cuál más desafortunado) es el fin del condicionamiento de ser hombre o ser mujer....

Si no queremos ser maltratados (seamos hombres o mujeres) en primer lugar debemos fomentar nuestra autoestima y nuestro respeto por nosotros mismos, conocer muy bien dónde están los límites para no permitir que alguien los traspase, para reconocer a la legua cualquier tipo de abuso....

Y lo segundo y más importante, romper con todos los estereotipos del amor... esas ideas absurdas que hacen que una persona renuncie a su dignidad, su libertad, su autorespeto... por "amor"....

Si antes de amar a otros, nos amásemos de verdad a nosotros mismos, no habría lugar a confusión... si nos fijásemos más en lo que nos une que en lo que nos separa, no habría conflicto....


lunes, 4 de noviembre de 2013

Quererse a uno mismo no es darse besos en el espejo

"Sucedió en la época en la que viví en Barcelona. Intentaba hacerme un hueco como podía en el mundo del teatro y del cine, así que me ofrecía para trabajar gratis en cualquier proyecto. No recuerdo cómo acabé de asistente en el rodaje de aquel corto, ni cómo semejante engendro de guión consiguió convencer a un actor famosillo para participar en él.

Pero allí estaba. Se había hecho muy conocido en el último año a través de una serie de televisión, más por su aspecto que por sus cualidades interpretativas. De esos que salen en las revistas y tienen seguidoras quinceañeras empapelando carpetas con sus fotos.

Me tocó ser su asistente y estar durante cinco días pegada a las suelas de sus zapatos. Él no era de Barcelona, así que requirió de mi compañia incluso en las horas libres. Yo también estaba bastante sola en la ciudad.

La química entre los dos se podía percibir a varios metros de distancia, pero aunque no era muy asidua a la prensa rosa, sabía que estaba casado.

El último día de rodaje todo el equipo acabó de fiesta, nos pasamos horas bebiendo, bailando y comentando las anécdotas de esos días...Él no se despegó de mí un sólo momento, invadía mi espacio de forma sospechosa y casi no me dejaba hablar con nadie más... Al final de la fiesta se ofreció a acompañarme a casa y a invitarme a un kebab por el camino.

Estaba a punto de amanecer y yo me temía lo peor... no quería que sucediera, nunca había sido lo suficientemente fuerte como para resistirme al deseo... siempre me acababa enredando en historias que no me convenían nada... dichosa oxitocina desbocada a causa del alcohol....

Estábamos sentados en el escalón de un portal, terminándonos el kebab y sin venir a cuento,  me besó...

-¿Y tu mujer?
-Vaya, lo sabes...
-Bueno, toda España lo sabe...
-Ya... sí, es verdad... bueno... ella y yo hace tiempo que no nos entendemos... Nos casamos muy jóvenes y ahora nuestras vidas han cambiado mucho. Casi ni nos vemos... es raro que coincidamos en la misma ciudad.
-¿Y por qué seguis juntos?...
-Es complicado... aún no hemos hablado de ello... pero es obvio que ya no hay nada... cuando nos vemos sólo discutimos y no se puede hablar con ella... y estos días contigo han sido como un soplo de aire fresco, me he sentido escuchado, comprendido, acompañado... Me pareces una persona increíble...
-Ya....
-Mira, no quiero que pienses que sólo quiero acostarme contigo... me interesas de verdad...
-Bien, entonces ve con tu esposa, soluciona tu historia, recomponte un par de meses del divorcio y luego me llamas...
-No lo entiendes... no es tan fácil.
-¿Entonces qué propones?
-Mira, tú y yo nos gustamos, ¿no?, ¿por qué pensar en el futuro?, estamos bien ahora, ¿no?, vivamos el momento... yo puedo venir a Barcelona dos o tres veces al mes... sé que te gusto, no podemos pasar por alto esta situación....
-Oye, yo te lo agradezco mucho... me siento muy halagada, de verdad.... me pareces un tipo muy atractivo y muy interesante, me lo pareciste desde el primer momento en que te ví y es verdad que me gustas un montón... pero no puedo hacerlo.
-¿Es por ella?...pero ella ya no siente nada por mi, no me quiere...
-No es por ella, es por mí...

Porque me quiero y respeto a mí misma y eso implica no ponerme en una situación complicada... Merezco ser amada por una persona dispuesta a entregar el cien por cien, al igual que yo haría... Merezco ser la primera opción de alguien... Merezco que me amen por mí misma, no para servir de excusa o de escape de una relación que no has sabido manejar... Merezo un hombre sincero y alguien que engaña a su compañera no lo es....  tarde o temprano acabarías engañándome a mí... Merezco un hombre valiente y creo que es cobarde quien no sabe terminar dignamente una relación... Merezco una persona madura que sepa gestionar sus emociones y no echarle la culpa a los demás.... y tú desde luego, estás muy bueno, las cosas como son, pero no eres ninguna de esas cosas...

-Es por mí, de verdad... no es nada personal contigo... eres un tipo estupendo y te deseo toda la suerte del mundo... gracias por estos días que hemos compartido.... y gracias por el kebab.

Le agarré del brazo, le dí un beso en la mejilla y me fuí... el corazón me latía a dos mil por hora, pero finalmente lo había conseguido, estaba cambiando mi patrón, mi destino entero en ese mismo momento... no le dije toda esa retahíla, ¡ya me hubiese gustado!, pero no estaba tan lúcida en ese momento, eso sólo pasa en las películas... en el cine tienes un guión escrito y los actores parece que siempre encuentran la palabra oportuna... pero no, no llegué a decir todo eso... aunque lo importante es que esas frases, de alguna manera estaban dentro de mí... Y eso sí era una novedad...

La mañana había llegado casi por completo y la ciudad se levantaba con sus bullicios cotidianos.

Caminaba orgullosa de haber ganado la batalla a la oxitocina como el guerrero que ha vencido esta vez, pero arrastra tras de sí unas cuantas derrotas... recordé que no siempre fuí fuerte y acepté hombres que engañaban a sus compañeras conmigo, en esa época de baja autoestima una tiene la falsa sensación de que el hombre te elige a tí porque eres mejor, más guapa o más lista que la otra... y estúpidamente te sientes bien... y te justificas a tí  misma aunque en el fondo sabes que estás metiendo la pata hasta el fondo... pensé en esas mujeres... pensé también en las veces en que fuí yo la novia engañada, algunas de esas heridas habían tardado años en cicatrizar... no he sabido quererme... he dejado muchas veces mi corazón y mi vida en manos de otros.... Decidí que jamás me pondría a mí ni a otras personas en una situación parecida...Y deseé profundamente que, de algún modo, se redimiera todo el sufrimiento causado por mi ignorancia...No puedo cambiar el pasado... pero ya he cambiado mi presente...

Vale, vuelvo sola a casa... estoy aprendiendo....

Quererse a uno mismo es complicado... no consiste en darse besos en el espejo..."

Extracto de la novela basada en una historia de ficción real






domingo, 27 de octubre de 2013

¿Puedes amar?


















Si hay una preocupación en torno al amor, suele ser la de encontrar a alguien que nos ame...

Buscamos por todas partes: en bares, redes sociales, por la calle, en el trabajo, incluso en los últimos años a través de agencias on line que nos prometen encontrar a la persona perfecta por muy exigentes que seamos...

Damos por sentado que es el otro el que tiene que encajar en nuestra forma de ser y vivir... de que hay alguien ahí fuera que será el complemento ideal.

Incluso si hemos tenido alguna que otra relación con final pintoresco siempre hay alguien que intenta animarnos diciéndonos... "que esa persona no es la nuestra", "que no estaba para tí"....

Y así continuamos creyendo que nuestro corazón es inmenso y que el problema está en los demás...

¿Pero alguna vez nos hemos preguntado si estamos preparados para amar?

Si de verdad hemos trascendido las barreras del egoísmo para poder abrirnos y acoger a otro ser totalmente diferente a nosotros, si conocemos mínimamente cuáles son nuestras necesidades afectivas y podemos comunicarlas directamente, si hemos aprendido a gestionar nuestros impulsos y emociones sin responsabilizar a otros, si sabemos hasta dónde estamos dispuestos a compartir y qué áreas preferimos reservar para nosotros mismos... si te quieres lo suficiente como para respetarte y hacer respetar tus límites... si has encontrado una mínima felicidad interna para no depender de que otros te hagan feliz...

Vivimos en una cultura donde lo raro es mirar para adentro, donde es más fácil desechar las cosas al primer fallo y comprar otras nuevas, antes que tratar de arreglar las que ya tenemos.... y esa actitud se impregna también en las relaciones. Si las cosas no funcionan con una pareja, me busco otra y ya está... como si fuéramos tostadoras o móviles que quedan obsoletos en unos meses...

Hemos montado varias industrias en torno al "ser atractivo" para encontrar la mejor pareja posible: la moda, la cosmética, la cirugía estética, los tratamientos de belleza...  incluso el perseguir el éxito externo: coches, casas, lujos...  sin embargo no hay una sóla escuela donde aprender a amar... son muy pocas las personas que de verdad se trabajan internamente para potenciar esa capacidad y ser capaces de compartir lo mejor de sí mismos...

Así fracasaremos una y otra vez... y todas las industrias.... incluída la del cine, vendrán a consolarnos en nuestro llanto animándonos a seguir buscando ahí fuera... que el amor verdadero ya llegará algún día...