martes, 23 de septiembre de 2008

Gracias,

Me han enseñado a asociar el Amor casi exclusivamente con la pareja, de modo que pensamos que, cuando encontremos al "amor de nuestra vida" tendremos una relación estable que no terminará nunca.

Si por cualquier razón la relación termina todo el mundo se apresura a decir: "Ah!! es que no era el tuyo" o "No estaba para tí", "Ya te llegará".

Pienso que el Amor Verdadero no es necesariamente ese compañero que está junto a tí a hasta la muerte (eso puede suceder o no), sino la persona o personas que quizás pasan temporalmente por tu vida, pero que te ayudan a comprender algo muy importante para tu crecimiento.

Gracias a ellos aprendes, mejoras, te conoces a tí misma y sobretodo, comprendes la verdadera naturaleza del Amor.

El otro día, mientras hablaba con David por teléfono sentí tanto amor a través del tono de su voz que no me importó que ya no volvamos a estar juntos. Me sentía tan unida a él por ese sutil lazo que la separación física se convirtió en un simple detalle sin importancia.

Y el tiempo... esa hora en que hablamos con plena consciencia de nosotros mismos valía más que 50 años de relación inconsciente.

Amaba y el sólo hecho de amar ya era suficiente. Amaba su ser y respetaba profundamente su decisión de querer marcharse a otra parte con otra persona... es su camino, es su elección, su vida...

Le agradecí el tiempo que pasamos juntos y sobretodo, le agradezco que me haya ayudado a comprender una lección básica para mi vida.

¿Puede existir un mayor regalo de Amor?

lunes, 22 de septiembre de 2008

Vaciando el dolor


Recuerdo la mañana en que David cerró mi puerta por última vez.

Se puso la mochila, agarró la correa de Yánek, me dió un último abrazo y cerró mirándome a los ojos.

En otro momento hubiese sentido que mi vida entera se iba con él y me habría entregado a la angustia.

Simplemente me concentré en mi respiración, localicé el dolor en mi estómago y traté de sentirlo con toda la inmensidad. La mente centrada en inhalar y exhalar, sin dejar paso a una sola imágen, a una sóla palabra del ego...

A los pocos minutos el dolor se convierte en una sensación física hueca, casi ajena... como una pequeña indigestión.

Volví a dormirme y ni siquiera tuve pesadillas.

Durante las siguientes semanas esa fue mi medicina. Si era el pensamiento sobre David lo que me causaba el dolor, sería la ausencia de pensamiento lo que lo aliviase.

Había que tener cuidado con el pensamiento. La energía del pensamiento es sutil, suave, fácil de parar, pero la energía de las emociones es más densa, más física...necesita tiempo para diluirse. El problema es que las emociones se alimenten de pensamientos y al revés, porque entonces se van cargando de una energía muy fuerte y resulta casi imposible parar la bola de nieve. Por eso una persona puede pasar años engachada a un dolor que ya no existe en la realidad.

Si me concentraba en mi cuerpo, en la respiración, en el momento presente (sonidos, colores, olores, sabores, sensaciones...) no sólo no sufría sino que al cabo de un rato se apoderaba de mi una paz inmensa... de repente la realidad se volvía más intensa, como si pudiera ver con mayor claridad.

Pero había momentos en los que las imágenes, las emociones, las frases hechas, los recuerdos de otras historias... se hacían un gazpacho insoportable....

Por eso intentaba estar muy atenta. Muy presente. Observando todo el tiempo el ir y venir de las emociones... Muy atenta a las imágenes...

El dolor está en los pensamientos, en la memoria... en el Ego.

¿A quién le duele?, ¿quién se siente herido?, ¿quién soy?...

La vida es relación

"La vida no puede existir sin relación , pero al basarla en el amor personal y posesivo la hemos convertido en algo angustioso y horrrible. ¿Puede uno amar y sin embargo, no poseer?.

Ustedes encontrarán la verdadera respuesta no en los escapes, los ideales y las creencias, sino mediante la comprensión de las causas que llevan a la dependencia y al afán posesivo.

Puesto que nuestra relación se basa en el amor posesivo, tenemos que darnos cuenta en nosotros mismos, cómo nace, cómo actúa y cúales son sus causas. Al percatarnos profundamente del proceso que implica el afán posesivo, con su violencia, sus temores, reacciones... adviene una comprensión que es total, completa.

Sólo mediante esta comprensión el pensamiento se libera de la dependencia y del deseo de poseer.

Es dentro de uno mismo que puede encontrarse la armonía en la relación, no en otro ni en el medio que nos rodea."

Sobre las relaciones. Jiddu Krishnamurti

Que he hecho yo para merecer esto

Empecé a escribir este blog cuando David se marchó de repente.

Aunque llevaba años trabajando el tema del desapego en las relaciones y tenía ganas de escribir sobre ello, no lo hice hasta ese momento.

Quizás uno empieza a pensar en estas cosas cuando se da cuenta de que algo falla en los temas amorosos. Cuando de un día para otro pasas de ser una persona más o menos feliz y equilibrada a querer tirarte por la ventana para calmar el sufrimiento.

Me he enfrentado a muchas situaciones difíciles en mi vida sin ningún problema, sin perder mi centro. Pero ha sido sólo con cuestiones de relaciones cuando me "han vuelto del revés".

¿Por qué?

¿Qué tienen de diferente estas situaciones que nos despiertan tantas emociones extrañas?

Aún recuerdo la primera vez que sentí celos. Era como si tuviera un animal furioso amarrado a mis tripas que no me dajaba comer ni pensar ni estar tranquila... Me sorprendí mucho porque era una sensación totalmente ajena a mí, como si me hubiesen poseído. A ese dolor de estómago se le encadenaban imágenes que poco a poco hacían que el desasosiego aumentase...

Fue en ese momento cuando me dí cuenta de que algo iba mal. Que el Amor no podía generar ese tipo de demonios.

Y desde entonces, a través de lecturas, de experiencias, de sensaciones personales investigo el tema de las relaciones amorosas.

Este verano trabajaba en las representaciones de la obra de teatro "La venganza de Don Mendo", y pensaba que la humanidad lleva siglos sufriendo por este tema, que ya es hora de evolucionar en este aspecto como lo hemos hecho en muchos otros.

Creo que el opuesto del Amor no es el odio. El odio es lo contrario del apego que son emociones, o afecciones... El Amor es un estado del ser, es nuestra propia naturaleza. Es lo que queda cuando sacamos la basura...

domingo, 21 de septiembre de 2008

La segunda parte de Cenicienta


Todos los cuentos de hadas terminan cuando la princesita y el principito se casan. Se encuentran, se reconocen, superan algunas dificultades externas y se ponen a comer perdices tras la boda.

No cuentan qué sucede después, en la resaca de la luna de miel. Quizás no lo hacen porque entonces en lugar de un cuento de hadas, se convertiría en una historia de terror.

No hay cuentos que te enseñen a lidiar con una relación, que te ayuden a comprender y convivir. Y por eso nos hemos quedado con la idea de que lo importante es encontrar a la persona adecuada y una vez que la localicemos todo irá sobre ruedas.

Relacionarse no es cuestión de azar. Es cierto que con unas personas nos comprendemos mejor que con otras, pero toda relación requiere un trabajo personal. Primero con uno mismo y después con los demás. Los problemas no siempre se solucionan cambiando de pareja, porque algunos de ellos están en nosotros de modo que volveremos a repetirlos con la siguiente relación. Y así ad infinitum.

Creo que estos cuentos han hecho mucho daño a varias generaciones de mujeres ( y de hombres).

Tengo la sensación de que he crecido pensando que un día encontraría un hombre especial que me enseñaría lo que es el amor verdadero y lo que es peor: que ese hombre sería mi compañero hasta la muerte.

Afortunadamente mis experiencias me han ido enseñando que esto no es así. El amor está en mí y me corresponde a mí comprenderlo y gracias a eso puedo amar a otros seres. Todos las personas con las que he estado son especiales y me han mostrado cosas interesantes, pero aún hay un deseo interior de encontrar un compañero ideal con el que nunca se acabe. Aún hay una tendencia inconsciente que me lleva a pensar que esa búsqueda es lo más importante de mi vida.

Hay que romper este patrón porque sabemos que está equivocado y sólo genera sufrimiento.

Si Nietzsche proclamó la muerte de Dios, yo, hoy proclamo "La muerte de Cenicienta: ¡¡Cenicienta ha muerto!! Y la ha matado la Mujer!!.

Y si algún hombre piensa que está libre de esta manipulación que eche un vistazo a lo que leía o veía de niño. Porque mi hermano era fan de Star-Trek y todavía está esperando que venga una nave a llevárselo de vuelta a su planeta!!

sábado, 20 de septiembre de 2008

Consciencia

"Las relaciones no están para hacernos felices, sino para hacernos CONSCIENTES".

El poder del Ahora. Eckhart Tolle

La pieza que faltaba en el rompecabezas


Hoy he hablado con David después de 3 meses sin saber nada de él. Desde que se marchó sólo habíamos hablado un par de veces y la última no fue muy afortunada.

Por muy preparada que me sintiera, después de una ruptura hay mucho veneno saliendo por los poros. De repente te das cuenta de la cantidad de basura mental y emocional que llevas dentro.
Las relaciones de pareja convencionales tienen algo de enfermizo que nos hacen sacar cosas que no sabíamos ni que teníamos. Y mucho más cuando te dejan de repente, sin esperarlo...

Durante estos 3 meses no podía comprender por qué no se ponía en contacto conmigo. ¿Acaso quería olvidarse de mí y centrarse en su nueva vida?, ¿estaba huyendo de sus sentimientos poco claros?, ¿cómo puede no echarme de menos?, ¿quizás nunca me quiso?....

Me he torturado día tras día con esos pensamientos a pesar de que en el fondo sabía que no podía ser tan simple. Que cada persona tiene su forma de tomarse las cosas y reaccionar y que el tiempo realmente ayuda a verse a uno mismo sin la tormenta de las emociones.

Hoy he hablado con él. Le he llamado yo porque quería poner fin a ese martilleo mental. Y ha sido la conversación más maravillosa y clarificadora que he tenido nunca...

Parecíamos más un maestro y un discípulo orientales que una ex-pareja (que nombre tan horroroso)...

Él, el maestro que por fin ofrece una explicación después de haber dejado al discípulo dar vueltas durante meses... y yo, encontrando delante de mis narices la pieza que faltaba para completarme a mí misma.

No tengo palabras para describirlo. Ha sido como una iluminación repentina. Una lección que jamás hubiese podido comprender si no hubiese pasado por todo este trance.

Después he caminado por el parque durante horas, extasiada. En silencio. De repente el ego se había quedado sin argumentos, mudo, anonadado... Y su ausencia me dejaba ver toda la paz que soy...

El Amor es mucho más inmenso de lo que nos obligamos a creer. Nos empeñamos en encerrarlo, en ponerle etiquetitas, en colocarlo en personas y otros objetos mientras sufrimos sin comprender su grandeza.