martes, 27 de mayo de 2008

la relación de pareja siempre me ha dado que pensar

Siempre me he preguntado por qué las relaciones de pareja son tan peculiares y generan tanto sufrimiento. Creo que cualquier persona es capaz de tener relaciones saludables con un buen número de amigos, sin embargo, casi todos nos encontramos con "problemas de pareja". ¿Qué es lo que la hace tan distinta?, ¿por qué ahora soy capaz de mantener una relación amistosa increíble con casi todos mis ex amantes y cuando estaba con ellos, algo no funcionaba?...

Una cosa que hace distinta a una "pareja" de un amigo es el sexo, pero esa no es la raíz del conflicto, porque he podido tener relaciones sexuales de vez en cuando con amigos y no hemos tenido ningún problema. ¿Dónde está pues la clave del asunto?...

Creo que hay dos aspectos a tener en cuenta: la exclusividad y el deseo de eternidad (las expectativas).

Tener un amigo no te impide tener otros amigos. Con cada persona compartimos algo distinto y especial. Con cada uno de ellos haces y dices cosas diferentes, todos te llenan , todos son prescindibles e imprescindibles a la vez. Pero jamás te planteas que quieres más a unos que a otros. Jamás piensas que unos ocupan los lugares de otros. Nunca los comparas. Cada ser es único.

Sin embargo, el papel de pareja es exclusivo. Nadie más puede ocupar esa posición, por tanto, si de repente estás con alguien y (como es sano y natural) te gustan otras personas, enseguida aparece un conflicto interior. ¿Quiero a este o al otro?, ¿con cuál me quedo?... como si estuviéramos comprando unos zapatos... normalmente nos apetecen más los zapatos nuevos porque, joder, son nuevos y mira qué bonitos son... pero claro, estoy tan agusto con mis zapatos de siempre, que son muy cómodos porque se han adaptado a mis pies y ya no me hacen daño...

El símil juega en contra de la exclusividad... no tenemos un único par de zapatos... unos pa ir al campo, otros pa trabajar , otros pa salir...



El otro punto a tener en cuenta es el libre flujo de las expectativas en las que entra el extraño deseo de que todo sea "igual" y "para siempre".

Con los amigos no das nada por sentado, eres consciente de que tienen su propia vida y si te llaman a última hora para cancelar una cita no te enfadas. No te deben nada, no tienen que hacer nada obligatoriamente, sin embargo... si alguien juega el rol de "pareja" de repente tiene un montón de obligaciones contigo. Le exiges ciertos comportamientos. ¿Por qué?

En la amistad no existen paranoyas de que "lo nuestro sea para siempre"... vives el momento. Normalmente aceptando que cuando hay una comprensión profunda eso no se va a terminar nunca, independientemente de que nuestras circunstancias cambien y no podamos vernos... nunca he dejado de amar a un amigo aunque haya perdido el contacto con él y si nos reencontarmos en el tiempo, ¡¡¡tendremos tantas cosas que contarnos!!!. La pareja se basa en "la idea" de que tiene que prolongarse lo máximo posible aunque a veces sea una putada porque tu vives en una ciudad y yo en otra, o realmente nuestras circunstancias nos lo ponen muy difícil...

No sé... siempre he pensado que la "relación amistosa" es la más saludable y si la "relación de pareja" no quiere caer enferma, debe parecerse a ella lo máximo posible.

5 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo, pero no se está preparado para ello en nuestra sociedad. Es más, las mujeres están menos preparadas que los hombres. Y lo peor es que cuando ellas lo están, entonces son ellos los que no están preparados para estas mujeres.

Escribe más, por favor, me gusta.

Fanny Jiménez Guerrero dijo...

La sociedad te prepara para tener una pareja que no se corresponde ni con nuestra naturaleza biológica ni con la mental. El trabajo de deshacerse de esa programación social es personal y no depende ni de hombres ni de mujeres en conjunto. Pienso que cada persona debe trabajar sus emociones y sus conceptos mentales para tener relaciones saludables.
Muchas gracias por tu comentario.

Unknown dijo...

¿que crees que pensaran esos zapatos que no estas usando hoy? ¿ se sentiran bien? quizas se sienten rechazados porque no han sido ellos los elegidos hoy... ¿y aquellos que llevan desde hace meses en el armario?.... cuando los sacas , estan sucios, parecen pasados de moda, no sabes si querras usarlos otra vez. Tu decides. Ellos solo pueden esperar.
Pero, a veces, en una relacion no nos sentimos como el pie que decide, sino como el zapato que puede ser escogido o no, ¿por que hoy no? ¿porque prefiere a ese o a esa otr@? si yo le estoy dando mi vida , desgastadome dia a dia por ella/el ....
A veces, muchas veces, en las relaciones amorosas, se sufre. Yo no se como evitarlo. Sufro cada dia y hago sufrir. ¿porque seguir? quizas como dices que decia Nietzsche... el placer quiere eternidad. Y una relacion amorosa existe porque ha sido placer en algun momento. Que suerte los que la mantienern siempre asi. Otros vivimos con la esperanza de volver a recuperar el placer conocido con esa persona amada. Y se consigue, aunque se pueda volver a perder, claro. Quizas en ese juego, esta el secreto...
Hace muchos años creia en la idea de que el amor hacia la otra persona deberia hacerme sentir feliz en los momentos en que ella pudiese amar a otra persona porque su felicidad seria tambien la mia. Yo no lo logre, aunque lo conservo como sueño. Espero que alguien haya podido vivir asi. Quizas esa sea la forma de vivir el amor eterno siempre feliz.
Cuidate.

Fanny Jiménez Guerrero dijo...

Creo que la cuestión es amar a las personas, no a los papeles que representan para nosotros.

El patrón de "te amo si me amas, pero si no me amas, te odio" se parece más a una transacción comercial o al comportamiento egoísta de un niño: "si no me das mi juguete ya no te quiero". Es interesado porque no tiene en cuenta las necesidades de la otra persona, sólo nos interesa que nos quieran.

Por tanto no estamos amando a la persona que está con nostros, sino que estamos enganchados a las sensaciones que nos produce su presencia.

Creo que el amor equilibrado es incondicional, pero para llegar ahí es necesario un trabajo interior, de observación y comprensión de nosotros mismos que toda persona puede realizar. No es cuestión de suerte.

Pero eso sí, cada uno elige sentirse un zapato roto y abandonado o realizarse en su naturaleza de zapato maravilloso, completo y feliz en sí mismo que se siente agradecido cuando alguien decide caminar con ellos una parte de su camino.

Gracias por tus comentarios, navegante.